Fecha de lanzamiento | 1980-01-07 |
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tiempo de ejecución | 23 minutos |
Géneros | Comedia, Familia, Drama |
Estrellas | Roberto Gómez Bolaños, Ramón Valdés, Carlos Villagrán, María Antonieta de las Nieves, Florinda Meza García |
directores | Enrique Segoviano |
El Chavo del Ocho es una comedia de situación que aborda las interacciones de un grupo de personas que habitan una vecindad. El protagonista, el Chavo, es un niño huérfano que suele meterse en problemas con los demás habitantes, entre ellos Don Ramón, Doña Clotilde y Doña Florinda, debido a malentendidos, a distracciones o a sus travesuras. Ahí convive también con sus amigos Quico y la Chilindrina. Con frecuencia se lo encuentra en un barril de madera que se ubica en el patio de la vecindad (al que se acostumbra meter, casi siempre, después de que Don Ramón lo golpea en la cabeza). Cada capítulo hace uso de bromas, slapstick, ironía, cómicos de repetición y situaciones graciosas en las que el elenco se involucra. También se incluye el uso de risas grabadas para dar énfasis en las escenas cómicas. La trama transcurre en su gran mayoría en el patio de una vecindad, donde se aprecia un barril y un lavadero. En dicha vecindad habitan la mayoría de los personajes principales, excepto el señor Barriga, su hijo Ñoño, Godínez, el profesor Jirafales y Popis. Se observa también, a primera instancia, el departamento 14 donde residen Quico y Doña Florinda, y justo a su derecha se encuentra la habitación 71, hogar de Doña Clotilde, y el departamento 72, donde viven Don Ramón y su hija la Chilindrina. Si bien existen unas escaleras que conducen al departamento 23, el interior de este pocas veces se ha visto. Hay también en la vecindad una fuente, a la cual se llega al atravesar un pasillo ubicado entre los apartamentos 71 y 72. Hay segmentos que ocurren en otros lugares ajenos a la vecindad, tal es el caso de un reducido predio donde, en uno de los episodios, los personajes aprenden a jugar fútbol americano con Jirafales y Don Ramón, y en Acapulco, al cual acuden a pasar unas vacaciones. Existe igualmente una escuela, a la que asisten los niños de la vecindad y donde imparte clases Jirafales. No obstante, en la serie sólo se ve un aula y no todo el edificio como tal. En otros capítulos aparecen el restaurante de Doña Florinda, una peluquería en donde en una ocasión trabaja Don Ramón y la banqueta donde se ubica la entrada a la vecindad (donde los niños deciden establecer un puesto de aguas frescas en alguna ocasión, o donde Don Ramón instala un puesto provisional para vender churros en algún instante).
Un pastel es el elemento principal en este episodio, ya que tanto doña Florinda como doña Clotilde lo querían utilizar para interés personal, pero el Chavo y Quico se encargaron de arruinar el plan.
Luego de que el Chavo descubre la alcancía en forma de cochino que pertenece a don Ramón, este tema se convierte en el elemento principal entre los personajes de la Vecindad.
Un improvisado trabajo de don Ramón, como presentador de un espectáculo callejero, trae consigo toda una gran aventura en la que involucra a los otros personajes.
En la vecindad ocurre todo un misterio, y es que dentro del barril del Chavo aparecen constantemente platos pero nadie sabe como llegan ahí; doña Clotilde asegura que se trata de los 'espíritus chocarreros'
En casa de Don Ramón comienzan a desaparecer misteriosamente los platos. La bruja del 71 decide hacer una sesión espiritista para resolver el misterioso caso por los espíritus chocarreros que habitan la vecindad.
El Sr. Barriga tiene un callo en el pie que le provoca mucho dolor.
Una visita algo misteriosa de parte del Profesor Jirafales a don Ramón, todo para recibir algunos cuantos consejos y apoyo para lograr de una vez por todas, declararle su amor a doña Florinda.
Debido a que Quico amanece enfermo, debe permanecer en su casa con los cuidados respectivos, pero la compañía del Chavo hace que el momento sea divertido.
Luego de confundir su sombrero con el de su patrón, don Ramón hace lo posible por mantenerlo en buen estado pero tiene el inconveniente que el Chavo lo tiene en su poder.
Mientras que el Chavo cumple funciones de colaborador de la cruz roja, don Ramón decide aparentar estar loco para asi evitar, al menos por un tiempo, el no pagar la renta al Sr. Barriga.
El Chómpiras y el Peterete se meten en líos cuando se dan cuenta de que ninguno de los dos trae dinero para pagar la cuenta del bar (entremés). Doña Florinda le exige a Don Ramón que quite sus pantalones de la soga del patio de la Vecindad ya que recibirá la visita del profesor Jirafales.
El Chavo es acusado de ratero por toda la Vecindad cuando descubren en su barril, la plancha desaparecida de Doña Clotilde.
Los niños regresan a clases y comienzan a dar divertidas respuestas a las preguntas del profesor Jirafales.
Doña Florinda le pide a Quico que mantenga limpia su ropa ya que deben acudir a una importante fiesta. El Chavo y Malicha planean ensuciarlo con talco.
El señor Barriga le exige a Don Ramón abandonar la Vecindad debido al atraso de 15 meses de renta. Quico y el Chavo lo ayudan con la mudanza y descubren su pasado de boxeador cuando se encuentran con un viejo álbum de fotos.
Mientras recuerda su etapa de boxeador, don Ramón ve en el Chavo potencial para el éxito en esta disciplina, por lo cual, le enseña los conceptos básicos de boxeo, sin medir las consecuencias que esto puede traer.
Una noticia no revelada ocasiona una grave diferencia entre el Profesor Jirafales y doña Florinda, al punto que todos en la Vecindad se preguntan: ¿Se acabó el amor?
Don Ramón aprovecha sus conocimientos de yesero y le propone al señor Barriga arreglar unas cuantas paredes a cambio de que le perdone unos meses de renta.
El Profesor Jirafales lleva consigo unos dibujos realizados por el Chavo y Quico. Los reúne para repasarlos juntos y así conocer la habilidades de cada uno de ellos.
Don Ramón le solicita ayuda al Chavo para poder identificar la llegada del señor Barriga a la Vecindad, por lo que definen una frase que al final solo problemas le ocasiona.